Chispas I
Deslizaba la mano por encima de la pantalla. Había una sucesión infinita de parches bordados de estética punk que parecía no acabar nunca. Todos eran similares, incluso el precio parecía el mismo. Pero ninguno le llamaba la atención, o ya los tenía o no se merecían ni un solo segundo de su tiempo. Quería un nuevo parche para la chaqueta roja que se había comprado hacía dos días, uno grande que ocupara toda la espalda. Símbolos nazis, no; prohibida toda iconografía fascista; vísceras y sangre, no; calaveras… No, ya tenía muchas… Y en esta tediosa tarea se hallaba sumida cuando le llegó una llamada entrante.